BalearesVida frente a los intentos de legitimar el aborto presentándolo como un supuesto "derecho fundamental" y un "valor intrínseco" de la Unión Europea.
La «Ley del Latido» de Tejas
El estado de Tejas ha aprobado una Ley llamada Heartbeat Act, o sea, Ley del Latido del Corazón, prohibiendo el aborto en caso de que se detecte el latido del corazón del feto, cosa que generalmente ocurre desde la sexta semana de gestación. Sólo se exceptúan ciertas emergencias médicas bien detalladas. Esta Ley, en vigor desde el 1 de septiembre, es una de las más restrictivas del país, y por ello ha desatado furiosas reacciones por parte de los abortistas.
El presidente Joe Biden, pese a que dice considerarse católico, ha prometido luchar contra esta Ley con todos los recursos a su disposición, declarando: “es un asalto sin precedentes a los derechos constitucionales de la mujer indicados en la decisión Roe contra Wade, la cual ha sido ley en este país durante casi cincuenta años… Una de las razones por las que me convertí en el primer presidente en la historia en crear un Consejo de Política de Género fue para reaccionar ante ataques contra los derechos de las mujeres. Por lo tanto, le estoy girando instrucciones al Consejo y a la Oficina del Asesor Jurídico de la Casa Blanca para que lancen un esfuerzo global de todo el gobierno para responder a esta decisión”.
Igualmente Planned Parenthood, una de las mayores redes de clínicas de abortos, hará “todo lo posible para seguir brindando y protegiendo el acceso al aborto y a otros servicios de salud reproductiva”, incluyendo asistencia económica para obtener atención fuera del estado [Almudi].
Dejemos de lado por ahora el cinismo —habitual— con que se emplean las expresiones “derechos de la mujer” o “salud reproductiva” para referirse al aborto.
El senador Bryan Hughes, autor de la norma, ha explicado que por ella se establece la obligación del médico que pretenda realizar un aborto, de comprobar antes si se detecta el latido del corazón del feto. Si se detecta, no se puede realizar el aborto. Si no realiza la comprobación, o se practica el aborto a pesar de detectarse el latido, ese aborto será ilegal, y tanto el médico como cualquier otro colaborador podrán ser demandados por ello.
Ésta no es una forma convencional de regular el aborto, pero los legisladores tejanos han apostado por ella debido a las dificultades que se derivan de la Sentencia del Tribunal Supremo de 1973 en el caso Roe contra Wade —que en opinión del senador Hughes sería “una parodia de interpretación de la Constitución”—, y de la negativa de ciertos fiscales a aplicar normas restrictivas del aborto. Por ello, esta Ley habilita una vía civil para que cualquier ciudadano pueda demandar a quienes practiquen o ayuden a practicar un aborto ilegal.
La necesidad de la Ley del latido
“La Ley Heartbeat era necesaria porque Roe contra Wade intentó sustraer la cuestión del aborto de las manos de la democracia estadounidense. Nos guste o no, los estados seguirán elaborando medios no convencionales para regular el aborto hasta que la Corte Suprema devuelva la cuestión a su lugar”, ha escrito Hughes en el Wall Street Journal.
Adicionalmente, el estado dispone de un programa llamado “Alternativas al aborto” cuyo presupuesto se ha incrementado en 20 millones de dólares, hasta un total de 100 millones. Ha ayudado ya a más de cien mil mujeres embarazadas -no menciona ningún hombre- sufragando asesoramientos, clases, sillitas de coche o pañales.
Las espadas siguen en todo lo alto en Estados Unidos.
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