Marcha por la Vida 2014

El 23 de marzo de 2014 BalearesVida celebró la Marcha por la Vida, a la que asistieron cientos de personas: jóvenes, mayores y niños. Todos para celebrar lo que nos une, que es el amor por la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

Esta marcha se engloba dentro de las acciones desarrolladas en todo el mundo para celebrar el Día Internacional de la Vida. El día de la Vida se viene celebrando al menos desde 2011 en España y BalearesVida ya ha participado en otras ocasiones. El lema de este año es «SÍ A LA VIDA»

Manifiesto de la Marcha por la Vida 2014

La doctora Marta Giménez leyó el Manifiesto de esta Marcha por la Vida 2014. Posteriormente, se leyó en catalán.

SÍ A LA VIDA

La defensa de la vida, la mujer y la maternidad es una de las necesidades perentorias de nuestra época para construir una sociedad acorde con la dignidad humana.

El siglo XXI debe ser el siglo del compromiso con la Vida, superando la cultura de la  muerte que caracterizó al siglo XX, siglo de totalitarismos, guerras, genocidios y abortos.

Esta exigencia ética coincide con la necesidad de superar el suicidio demográfico en que está empeñada la vieja Europa, y con ella España. La caída de la natalidad es la verdadera bomba demográfica de nuestra época. El apoyo a la maternidad es  una exigencia de justicia, y además de perentoria necesidad para que España y europa en su conjunto tengan un futuro. Los padres de familia son verdaderos benefactores sociales. Su apertura a la maternidad y paternidad les convierte en personas que ayudan a garantizar una sociedad con futuro y por ello merecen la solidaridad y el apoyo de toda la sociedad a través de políticas públicas comprometidas activamente con la maternidad y la vida.

Y queremos manifestar frente a toda la sociedad española y y frente al mundo que defendemos que cada vida humana es única, irrepetible y valiosa y debe de ser protegida y bien  tratada desde la concepción hasta la muerte natural, siempre y en toda circunstancia, y sobre todo en los momentos de más fragilidad; que el ser humano tiene una dignidad que no pierde con la edad, la enfermedad o las circunstancias en que ha sido engendrado o ha tenido que vivir,  y debemos reconocerle el derecho asociado a esta dignidad.

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