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Reclama 600.000 euros a Salud y una clínica por secuelas tras un aborto

Una mujer reclama 600.000 euros al Servicio Navarro de Salud y a la clínica Askabide de San Sebastián por las graves secuelas que le han quedado después de someterse a un aborto en este centro guipuzcoano, al que fue derivada por Salud. Considera que la “incorrecta administración de anestesia y medicación” fue la causa de que la mujer sufriera una embolia y quedó media hora en parada cardiorrespiratoria poco después de la intervención. Como secuelas sufre una encefalopatía anóxica (falta de oxígeno en el cerebro) con pérdida de visión y amnesia inmediata. En la práctica, recoge la reclamación, supone que la vida de la mujer, de 33 años, casada y con dos hijos, “ha quedado limitada a la de una niña de 6 años”.

El expediente de reclamación patrimonial (el paso administrativo previo a la vía judicial) ya ha sido presentado en Salud por el Defensor del Paciente a través de la letrada Yvonne Aguirre. Según exponen, la mujer se sometió a una interrupción voluntaria de embarazo el 13 de enero en la clínica Askabide, a la que fue derivada por la sanidad navarra. Una vez concluida la operación, los médicos comunicaron a la familia que todo había salido bien y administraron a la paciente nolotil en ampollas. Pasados “35 minutos”, le dijeron que ya podía marcharse a su casa. “En el momento en el que se levantó para vestirse, se empezó a encontrar mal y se mareó, por lo que los médicos ordenaron a los familiares que salieran de la habitación”. Al rato, prosigue, comunicaron a los familiares que la mujer había sufrido una embolia y había estado en parada cardiorrespiratoria 30 minutos, por lo que fue trasladada al hospital Donosti en una UVI Móvil. Un mes después, quedó ingresada en el Complejo Hospitalario de Navarra.

La reclamación relata que la mujer está ahora pendiente de que se le conceda la incapacidad permanente porque sufre encefalopatía anóxica, pérdida de memoria inmediata, trastorno de la personalidad, arritmias por disminución y pérdida de visión. “Su vida ha quedado limitada a la de una niña de 6 años a la que hay que estar continuamente controlando, ya no sólo por su comportamiento infantil sino por sus continuos cambios de humor. Es incapaz de realizar las tareas cotidianas más elementales”, dice la reclamación.

La reclamación argumenta que la paciente recibió una atención “inadecuada” porque no se le informó de que podía padecer estas secuelas y el aborto se practicó “sin estudiar a fondo las patologías de la paciente, que era hipertensa y recibía medicación, y que era alérgica a una serie de medicamentos”. También critican que se le diera de alta sólo 35 minutos después.

Respecto al Servicio Navarro de Salud, la letrada considera que al no practicarse abortos en Navarra, la paciente “tuvo que ser atendida de urgencia”. Considera que es “responsable” por no poner al servicio de la mujer los medios personales y materiales de los que se dispone en la Comunidad foral: “La Administración ha omitido la obligación de poner los medios necesarios para que los ciudadanos vean satisfechos sus derechos a una asistencia sanitaria adecuada y digna”.

por: Grabriel González – www.diariodenavarra.es

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