Skip to content

Testimonio de una mujer que abortó

Este es el testimonio de una mujer catalana que abortó por presiones del sistema de salud. Se quedó embarazada de su tercer hijo y, desesperada, acudió a un centro de “salud” para que le ayudaran y aconsejaran.

Entró llorando, salió llorando, y desde entonces no ha dejado de llorar por ese hijo que nadie le devolverá.

Era mi tercer hijo […] y no me veía capaz de seguir adelante con mi tercer embarazo… por miedo a que me pasara como con el padre del segundo, que no quería saber nada de el bebé.

Llamé a varias clínicas para abortar de Barcelona. En una de las clínicas me dijeron que me pusiera en contacto con Salud y Familia.

Llegué histérica porque no queria abortar […] porque yo quería a mi hijo.

Yo cuando llegué, llegué con un amigo y con mi hermana […] fue todo super rápido… Fui a recepción y dije que estaba muy nerviosa, que no sabía lo que iba a hacer […] me llamaron para hacerme la ecografía para ver de cuánto estaba. […] El ecógrafo es enorme, no como los de la Seguridad Social. Mi ecografía duró 3 segundos.. Me dijeron que estaba de 7 semanas y me sacaron para afuera. […] Mi niño estaba formado, con sus bracitos, sus piernas… lo tenía todo.

Salí al pasillo y me tiré al suelo a llorar. […] Me cogieron dos enfermeras y me dijeron que si yo estaba bien, y yo dije que no. Me pasaron con la psicóloga (no tuve tiempo de hablar con mi hermana)

La psicóloga me dijo que la mejor opción era el aborto. […] Que cómo iba a tirar con tres niños… y que no era la primera ni la última. Yo seguía llorando.

Yo le dije que estaba en tratamiento psiquiátrico y ella me dijo que en mi situación lo mejor era el aborto. […] Me recalcó que era psicóloga… tres veces.

Yo he tenido dos intentos de suicidio. […] he estado ingresada en el psiquiátrico dos veces. Se lo dije a ella.

Le di el papel de Salud y Familia[…] Me cobŕó la psicóloga y me hizo firmar conforme yo estaba apta para someterme al aborto […] No me entendieron […] Me dieron un tranquilizante (Diazepan 10mg sublingual).

Quise ver a mi hermana, […] ella me abrazó y me dijo que nos fuéramos. Pero nada, me metiron al quirófano… ellos no te explican que después de un aborto provocado coges depresiones. Ellos van a por faena. A mí no me han llamado más.

Eché de menos que en la misma clínica me dijeran que me marchase… o que me lo pensara… o que volviera otro día.

Entré llorando, me fui llorando, llegué a mi casa llorando. […] Yo tengo ecografías de mi hijo… me tiré en mi casa en el suelo a llorar con las ecografías de mi hijo en la mano… y “¿qué he hecho? ¿qué he hecho? Ya no me lo va a devolver nadie”.

Desde entonces ni como ni duermo bien, estoy otra vez con tranquilizantes para dormir.

Petición desesperada a los legisladores del aborto.

¿Qué les diría a los de la subcomisión para reformar la ley del aborto?

Que no legalicen el aborto… que no saben lo que las mujeres llegamos a sufrir… que esto sólo lo sabe una madre… que es un sacadinero… […] que ahora van a venir del extranjero a abortar… todas las clínicas se van a beneficiar a costa del dolor de las mujeres… […] que si yo pudiera dar vuelta atrás no me quitaba a mi hijo… ya saldríamos adelante como pudiéramos.

Que no lo legalicen, por Dios, que están destrozando la vida de muchas mujeres… dan facilidad para abortar, no para sacar a los hijos adelante. Si Salud yFamilia no me lo subvenciona, yo no lo puedo pagar. […] En vez de quitarme un problema a mí me han cargado un problema mayor. A mí no me han ayudado nada.

La intervención duró cinco minutos. Como un perro ahí a una sala… ¡me dicen que mi hijo era una célula y yo les dije que no!

La enfermera me dijo que si tan mal estaba, que en quince días me volvía a quedar embarazada…

Ese testimonio es apenas la punta de un iceberg de mujeres engañadas, destrozadas, hipotecadas a pagar de por vida por una decisión a la que las han abocado sin darle opciones.

Volver arriba